Cansada de sufrir,
indiferente ante la vida,
permaneces callada.
Sientes que te duele,
lo que aun no cicatriza,
y en silencio esperas.
Pasará, tal vez no,
cuestionas ensimismada,
esperando sin esperanzas.
Cuando la ilusión se va,
todo y nada importa,
no hay palabras importantes.
No se siente el alma,
no hay deseos que despierten,
tan solo el silencio.
Y un ahora, que sigue pasando,
y un despues, que viene sin querer,
aumentan la incertidumbre.
Hay tristeza y agonias,
pero más lagrimas no caen,
incluso se canso ya de llover.
Solo queda el sueño, el vacio,
un sin sentido que todo lo abarca,
y un adios.
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