jueves, 10 de febrero de 2011

El siempre no existe

En la vida hay que asumir que nada es para siempre, en el momento que uno lo acepte, logrará sentirse libre incluso de si mismo, y es que sufre quien teme perder lo que tiene, llora el debil que depende, se desespera el que siente que se le resvala de sus manos aquello que tanto apreciaba, y vive en tormentos quien se frustra incapaz de superar el pasado. No tiene sentido, no venimos para que nos juren ni nos garanticen nada, no, esa no es la vida, por más que nuestros ojos quieran creer en los hologramas, nuestra mente no puede regirse por ellos, pues acabará chocando, si, la realidad es cruda, y es, por más que no queramos admitirla. Nadie puede prometer, ni pegarse firmemente a sus principios, puede intentarse, con toda la fuerza, pero acabaremos sometiendonos a nosotros mismos. No hay que vivir temiendo, ni dudando, ni sufriendo, porque eso no es vivir. Ni hay que engañarse a uno mismo, obligarse a creer en algo que aun esta dudando, si existe esa duda, es por algo, y justamente es porque el siempre no existe.

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