viernes, 8 de julio de 2011

Segunda parte. Pasado confuso


Era tal mi desesperación de fracasos acumulados que empecé a adentrarme en la lectura y películas tétricas, el hecho de ver el sufrimiento ajeno comenzó a crear en mi un alivio interior. Olvidándome de mis sueños los cuales me hicieron caer una y otra vez, todo dejo de tener importancia para convertirse en un terreno de juego. Mi deseo de venganza ante la vida era el único motor para que moviera mis fichas, ninguna ilusión ni rastro de lo que fui permanecía en mi. Nadie me quería, a nadie le importaba, pero eso ya no me haría llorar, mis ojos deseaban crear una nueva realidad. La insensibilidad y la locura crecía dentro mía de forma eufórica, el odio era simplemente una tentación. Mi mente deseaba controlarlo todo, ya que mi antiguo yo solo me trajo sufrimientos y desgracias, era hora de enfrentarse a este mundo. Todo comenzó en casa, calculando las actividades necesarias, los gestos necesarios y expresiones para que no levantaran sospecha. Aquí, nadie debía estar enterado, eran piezas que debían permanecer en su sitio. Lo siguiente seria mostrar un cambio exterior, seria necesario excluir de mi entorno a quienes no me interesan, y conseguir el contacto de aquellos que al igual que yo, cansados de las injusticias, necesiten un cambio. No lo tenia del todo planteado, pero sabia que si reunía una serie de personas, pocas, conocidas o no, pero con características similares, marginados a esta ignorante sociedad, podríamos llegar a algo. Reuniría mis antiguos amigos, por mas que estén lejos, para tomar ideas, mostrarles mi deseo de cambio, ellos entenderían mi mal estar, y como otras veces, me animarían a buscar nuevos medios para crecer. Necesitaba buscar la verdad, echarla en cara a las personas hipócritas de este mundo, mostrarles mi falta de ilusión por indiferentes, hacerles sufrir lo que nos hacen sufrir.

Había una ficha que no había movido, que deje suspendida en el pasado, que necesitaba alejar de mi. Esa ficha me traía la debilidad emocional, la inseguridad, la impotencia interior, no podía dejarme caer en sus manos. Mi mente estaba demasiado concentrada en su nuevo proyecto, así que decidió moverla para de una vez comerla y borrarla del tablero. Fui a ver a mi pareja. Intente verla lo menos posible para no caer en mi ser anterior, la mire con mis nuevos ojos. Y le comunique, sin incorporarla a mi proyecto, que era necesario que se alejara de mi. El hecho de su insistencia, de su replica de causas, acabo creándome gran ansiedad, nerviosismo y desesperación. No quería decir mas nada, si decía algo caería otra vez. Ya me hizo caer demasiado, no puedo seguir al mismo camino. Pero fue ahí cuando de nuevo percibí un cambio emocional, inevitable, todo se caía a la borda, mi ser se desesperaba y no podía contener el llanto. Algunos sentimientos, por mas que uno mismo cambie, no se pueden quitar. No podía incorporarlo a mi plan pero tampoco borrarlo de mi, no podía ser quien era ni quien iba a ser. La pieza no caía, y el tablero tambaleaba con mis lagrimas. En ese momento pensé en Damian. Y decidida dije de marchar, era mi ultima jugada. Pero me imposibilito ocasionándome una ira muy difícil de contener… el odio sentido hacia el mundo me desbordo…

No se que ocurrió, me duele intensamente la cabeza. Acabo de observar que mi brazo tiene puntos, no me había dado cuenta… ya me había cortado otras veces, parece ser que si no recuerdo bien los hechos, desgraciadamente me debí descontrolar de mas. Recuerdo sentirme infeliz con el tema de mis estudios, el lugar donde vivo, la distancia con mis amistades, los problemas y pequeñas discusiones, pero ese plan.. me suena muy extraño, no debo creer demasiado en mis sueños, aunque por algo lo soñé, algo mi inconsciente trata de rebelarme.

Leandro me dijo que hoy le tocaba hacerse unos estudios, así que Matías propuso dar el paseo conmigo. El no suele salir, prefiere estar dentro, por el frío, ya que el verano acá sigue siendo fresco, pero hoy hace un día algo soleado, así que se animo. Me vio preocupada con mis cortes, me dijo que lo hizo el también pero hace mucho tiempo, ya que la medicina que le dan es muy fuerte y lo deja dormido. Dijo que hay muchas cosas que apreciar en la vida, pero el no logra sacarse los traumas de su infancia y los problemas de su presente de la cabeza, y su reacción agresiva le hace odiar todo. Y que con lo que toma se le quitan las ganas de disfrutar, pero tal vez si encuentra la cura adecuada, pueda disfrutarlo. El ciclismo le gustaba, recorrer rutas, lugares, conocer gente diferente, tradiciones, y también tocar la guitarra, la música gótica, heavy, rock, metal. Pero hacia tiempo que no lo hacia, le perjudicaba y lo alteraba.

Apareció una doctora en el jardín, Elise se llama, alta, morena, con lentes, y un delantal blanco. Dijo que hacia tiempo que seguía nuestros informes, y le alegraba vernos pasear y disfrutar del buen día. Me extraño cuando dijo eso y le pregunte cuanto tiempo hacia y desde cuando esta acá que no me suena haberla visto. Note que Matías y ella se miraron y me entristeció, así que no les quedo mas que contarme. Me dijo que llevaba dos años ahí, me había despertado algunas veces pero no mostraba estar consciente de lo que hacia. Ahora recorde en el formulario que rellene ponia que tenia 20 años ya... Me dieron ganas de llorar realmente y le pedí por favor que me contara como están mis seres queridos y porque no me vinieron a ver, por que no me dejan verlos.

Me pidió que tranquilizara, mi familia estaba bien y vino muchas veces, lo que ocurre es que desde que desperté el doctor prefirió que esperasen unas semanas para verme. Le pregunte por mi novio también, me dijo que no me preocupara, y se fue. La incertidumbre de no saber nada de el me esta matando… si paso tanto tiempo, que habrá hecho?, donde esta?, por que no esta conmigo…?

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