Deseabas con todas tus fuerzas venir corriendo hacia mi y abrazarme. La impotencia se apoderaba de todos tus sentidos al impedirte la distancia acudir a mi.
Yo, sin pensarlo, necesitaba llamarte, y asi lo hice, diciendo un te quiero en llantos.
Quisiste preguntarme por que... mas callaste, sabias que por muchas vueltas que se diera al tema nada estaba en mi mano... lo sabias y conocias mi deseo de tenerte a mi lado.
Por eso, sobrepasando todo sentimiento de incapacidad al verte distante, lograste acariciarme con tu dulce voz, conseguiste calmarme, tenerme en los brazos de tu corazon venciendo todo tipo de obstaculos. Porque por mas que las cosas se volvieran dificiles, estabamos juntos.
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