La Oscura Luz de la Luna tuvo muchas facetas emocionales. Tenía su aire romántico melancólico donde la pasión se apoderaba de sus sentidos al volcarse en un mundo lleno del amor que añoraba. Sin embargo, después por un vaivén de la vida se lo arrancaban y quedaba sola en su habitación a oscuras, hundida en esos llantos desesperados que la invitaban a escribir. Buscando respuestas para levantarse. Pero cuando no las hallaba, era tal el sentimiento existencialista que la invadía que perdía el sentido de su ser, sintiéndose insignificante dentro de este mundo, vacía dentro del silencio. Dando a luz a relatos extremadamente pasionales.
Por suerte luego todo volvía a su cauce, de donde surgía una Luna crítica con la sociedad que le rodea, indignada por las injusticias. Que se cuestionaba las cosas más estandarizadas siguiendo unos ideales de igualdad y bondad, viendo la sociedad en su esencia, las personas. Buscando el "Por qué" y el origen de muchas conductas para entenderlas y darles la oportunidad de ser.
Pero para mi La Oscura Luz de la Luna era poder permitirme ese momento vital de intimidad, Tiempo y dedicación a los sentimientos y emociones que me surgían con la vida misma. Y lo cierto es que con los años y las responsabilidades cada vez nos alejamos más de nosotros, nos cuidamos menos, ya ni nos escuchamos. Cuando al final del día acaban todos los quehaceres, pensamos en el mañana, nos sentimos cansados y buscamos cerrar los ojos. Y al final la luz se apaga. La Luna se desvanece sin volcar palabra. Hasta que un día nos paramos a pensar, y de casualidad la vemos y nos acordamos de todo. Por que lo hemos dejado? Es cierto que con el tiempo no es la misma, pero en el fondo es ella y esta ahí.. vamos a escucharla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario